martes, 3 de noviembre de 2009



critica del libro:
Este libro que nos presenta John Katzenbach es el primero que leo de el. Por lo que investigué es un escritor de thrillers, y este sigue en la misma tónica. La premisa de la historia es muy interesante: el psicoanalista Frederick Starks, una persona seca y metódica, recibe una carta en la víspera de su cumpleaños número 53. Al abrir la carta, se encuentra conque es todo menos amigable: en esta le dicen que en el pasado el le arruinó la vida al misterioso autor de la misiva, y este le propone un trato: tiene 15 días para suicidarse, o verá morir a sus familiares, uno por uno. La carta es firmada por un tal Rumpelstiltskin. Posteriormente vemos que Frederick Starks es asediado por personas que trabajan para Rumpelstiltskin, o como se le nombra también en el libro, el Señor R: una hermosa mujer de nombre Virgil, y un abogado de nombre Merlin, ambos personajes que nos encontraremos en contadas ocasiones en el libro, y que en menor o mayor medida le hacen la vida imposible al doctor Starks.

Hasta aquí las cosas se mantienen bien. Pero es justo donde empiezan los problemas del libro; el Señor R es una persona (más bien un maleante) con unos recursos y alcances increíbles, que rayan en lo fantasioso o ridículo. Este se hace del control total de la vida de Frederick Starks, en situaciones que van desde robarle todo el dinero de sus cuentas, involucrarlo en una violación a una paciente, suplantar su identidad y despojarlo de todo lo que tiene…sin embargo, supongamos por un momento que todo esto es posible de hacer. Sigamos pues: el problema crece desmedidamente en la segunda mitad del libro. El personaje central, el doctor Starks, después de intentar engañar al Señor R con una muerte fingida, reconstruye su vida. Todo esto pasando de ser una persona aburrida y con una vida monótona, a un hacker de computadoras, pseudo-matón, fingir una personalidad de indigente (viviendo en y de la calle), y demás cosas por el estilo. Todo esto viene de un punto central: los personajes de esta historia son inconsistentes, y no llegan a desarrollarse de manera correcta; no se puede sentir afinidad por ninguno, y los brincos de lógica son impresionantes. Esta inconsistencia también se extiende al malo del thriller, al Señor R, que por momentos parece inmortal, omnisciente, el asesino perfecto, y al otro momento es un perfecto imbécil que no tiene más control que un niño.

Haciendo a un lado estos defectos en el desarrollo de los personajes, me parece que el desarrollo de la historia en general y desenlace del libro es medianamente satisfactorio, y afortunadamente para el clímax del libro se resuelven muchos cabos sueltos. Obviamente no les diré cuales son. Sin embargo, creo que pudo haber tenido mejor final.

Debo añadir que también es un libro innecesariamente largo: quizás unas 80 a 100 páginas de más. Dichas páginas pudieron ser eliminadas, y no pasaba nada. Es una lástima, porque al menos la premisa sonaba bastante interesante. El lenguaje del libro es sencillo, con algunos términos médicos aquí y allá, pero en general de fácil lectura.

En resumen: es un libro que puede divertir, si no se le echa mucha cabeza. Eso si, funciona mejor prestado que comprado…

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